Gustavo Sorzano

Bucaramanga, Colombia. (1944)

Partituras Mentales: Proyecto paisaje urbano. Collage. 50 x 69.5 cm. 1975

Gustavo Sorzano es a todas luces un personaje particular en el panorama artístico nacional. Desde mediados de los años 60, orquestó experiencias artísticas con novedosas posibilidades de creación para entonces: generadores de sonido electrónico, instalaciones interactivas, gestos de carácter no objetual y eventos de participación en los que el público era también creador de la obra. Aunque ahora considerado uno de los precursores del arte conceptual en Colombia y, junto a su grupo Músika Viva, de los primeros compositores de sonido electrónico a nivel nacional, su trabajo fue constantemente pasado por alto por la crítica de arte y el periodismo cultural de la época. Estos, en muchas ocasiones, vieron sus intereses como tonterías sin interés plástico o, en el peor de los casos, como ejemplos de un arte elitista, preocupado por rendir culto a la tecnología por encima de la sensibilidad humana. Por su carácter sui generis, las participaciones de Sorzano en diversas muestras de arte quedaron relegadas a un segundo plano frente a las de otros creadores con búsquedas más tradicionales.

Las proporciones perfectas/Leonardo Da Vinci
Collage. 66.5 x 48.5 cm c/u. 1975-1976

Sin embargo, aquel desdén de muchos expertos contrastó con la acogida del público, quienes acudieron interesados a sus primeras presentaciones en Nueva York (Momentum I – 1968, Cluster 1969), respondieron al llamado de sus eventos de participación a nivel nacional (Paisaje Momentum 43 – 1974), y operaron con entusiasmo sus extrañas y divertidas piezas interactivas, presentadas en algunos salones nacionales de artistas (Ambiente 26 Hertzianas – 1970, Momentum 17 Parcelas – 1971). Esta distancia de la academia artística, y cercanía con el público general, es una dualidad elocuente sobre su búsqueda plástica, pues desde muy temprana edad rehuyó del tradicionalismo en el arte, su ansia de originalidad y aura de genio.

Dicho interés masivo de la gente era primordial en estas piezas, pues aunque Sorzano niega ser un artista con una búsqueda politizada, es sin duda alguien con un compromiso social fuerte, compromiso que determinó la manera de actuar a lo largo de su carrera. La naturaleza no objetual de la mayoría de su trabajo, y su forma de acoger el azar y la participación como ejes conceptuales, provienen de pensar que el arte consiste realmente en el ejercicio intelectual de organizar el mundo a través de la creatividad.

BACH: Clave bien temperado. Dibujo. Serie de 6. 50 x 35 cm c/u. 1972

Una particular mezcla de intereses que comprendían la música, la electrónica radial, la arquitectura, las artes visuales, el arte conceptual, entre muchos otros, llevaron al joven Gustavo Sorzano a dirigir diversos eventos participativos y happenings en la década de los 60. Nombradas MOMENTUM, estas experiencias colectivas con artistas provenientes de diferentes disciplinas acogían la aleatoriedad y el desapego de la tradición como su bandera. 

En estos eventos se repartían reproducciones  de caóticos diagramas construidos en collage, profusos de textos y asociaciones gráficas delirantes. Su finalidad era internar al asistente en el juego, planteando retos al intelecto e invitando al lector a que dude de sus propias certezas sobre el mundo que creemos conocer. Estas piezas impresas serían las primeras Partituras mentales.

English

Gustavo Sorzano is evidently a peculiar figure in the national artistic scene. Since the mid-1960s he orchestrated artistic experiences with novel possibilities of creation at the time: electronic sounds generators, interactive installations, non-object gestures, and participative events in which the public was also a creator of the artwork. Although nowadays is considered one of the pioneers of conceptual art in Colombia and, along his musical groups Músika Viva, one of the first electronic sounds composer nationally, his work was constantly overlooked by the art criticism and cultural journalism of the time. In many cases they assessed his interests as foolishness with no plastic value or, in the worst cases, as an instance of elite art, encouraged by the cult of technology over human sensibility.  Given its sui generis nature, Sorzano’s participation in art shows was overshadowed by other creators with more traditional concerns.

However, the disdain from many experts contrasted with the reception of the public, which attended with great interest to its first shows in New York (Momentum I – 1968, Cluster 1969), participated in his events in Colombia (Paisaje Momentum 43 – 1974), and interacted enthusiastically with his odd and funny pieces showed at few national halls of artists (Ambiente 26 Hertzianas – 1970, Momentum 17 Parcelas – 1971). The distance with the arts academy and the closeness with the general public is a telling duality of his plastic search: from an early stage he shies away from traditionalism in arts, its craving for novelty and the genius aura. 

The massive interest of people was key for these pieces. Even though Sorzano denies being an artist with political concerns, there is no doubt he has a strong social commitment, an intent that determined his course of action throughout his career. The non-object nature of most of his works and his approach to embrace the chance and the participation as core concepts come from thinking that art consists in the mental exercise of organizing the world through creativity.

A particular blend of interests covering music, radio electronics, architecture, visual arts, conceptual art, among others, led a young Gustavo Sorzano to run several participative events and happenings during the 1960s. Named MOMENTUM, these collective experiences carried out with artists coming from different disciplines embraced the randomness and the disaffection with tradition. 

Reproductions of chaotic diagrams assembled in collages, cram-full of texts and delusional graphic associations were shared in these events. Their purpose was to immerse the attendee in the game posing mental challenges and inviting the reader to call its own certainties about the world into question. These printed pieces would be the first Partituras mentales (Mental sheet music). 

Even though the word “sheet music” comes from the Western musical notation and many of the events involved music professionals, Sorzano makes clear the following:

“I do not try to create music. Music as we know it is a sacred word that does not belong solely to this century. What I do try to do is to stimulate the faculties responsible for the integration of sound experience: a more direct, comprehensive, multidimensional, and concrete experience. I do not see myself as a composer, as much as a sound organizer: I select, amplify, and develop sound stimuli already present in the environment or created electronically by myself, providing them a value in terms of total perception and according to my ideas”. 


RETRATOS / PORTRAITS

En los dibujos y Collages que retoman la historia de la pintura y el dibujo, como las apropiaciones a Botticelli, Holbein, Méliès, Van Eyck, entre muchos otros, sobresale un impulso de análisis y desmembramiento de estas obras que las reconfigura de maneras inesperadas. A manera de rompecabezas, con curiosas anotaciones e historias que nunca terminan de hilarse nítidamente, estas obras obligan al espectador a crear su propia historia, reconfigurando subjetivamente la imagen que se le ofrece y por tanto siendo un autor de su narrativa también. La ilegibilidad calculada de estos dibujos y collages es entonces una manera de usar la obra como un elemento unificador para las ideas de quien la observa y se entrega al juego de su interpretación.


The drawings and collages that revisit the history of painting and drawing such as Botticelli, Holbein, Méliès or Van Eyck’s appropriations, among many others, stands out an impulse of analysis and dismemberment of these works that reconfigures them in unexpected ways. These works have curious annotations and stories that never end being neatly spun. They force the viewer to create their own story as a puzzle, reconfiguring subjectively the image offered to them and therefore being an author of their narrative as well. The calculated illegibility of these drawings and collages is a way of using the work as a unifying element for the ideas of those who observe it and indulge in its interpretation.


WARHOLISAS

Dentro de sus constantes reinterpretaciones de obras famosas de la historia del arte, La Monalisa ocupa un lugar especial al ser, por mucho, la imagen más copiosa dentro de su producción.  La vida y obra de Leonardo Da Vinci ha sido una fascinación durante toda la carrera de Sorzano, personaje a quien profesa un particular simpatía por su espíritu curioso y multifacético.  

Desde los años 70’s y hasta hoy en día, Sorzano ha usado la que es probablemente una de las imágenes más famosas de la historia de la humanidad , tomándola como plantilla base para someterla a todo el repertorio de alteraciones imaginable. Dentro de este grupo de obras sobresale MOMENTUM 43, un evento de participación cuya Partitura mental fue repartida junto al periódico EL TIEMPO, proponiéndole a los lectores de todo el país intervenirla con libertad, para que luego sus creaciones fueran exhibidas en el XXV Salón Nacional de Artistas de 1975.

Partituras Mentales
Collage
100 x 70 cm c/u
2019

Partituras Mentales
Collage
70 x 100 cm c/u
1994-2012

Son muestra del sofisticado marco conceptual de Sorzano el planteamiento de un arte desprendido del objeto, que cumplía una labor de ejercicio intelectual, y que solo existía a través de su apropiación por parte de quien lo aprehendía. Dada la temprana época en la que fueron desarrollados estos planteamientos, es posible decir que el trabajo de Sorzano es raizal en la discusión conceptualista del arte en Colombia, sobre todo por la idea de partitura mental, eje central de su diagramación creativa 

Textos de William Contreras

English

The Mona Lisa is one of his consistent reinterpretations of famous artworks within the art history and occupies a distinct place, since it is, by far, the most abundant image in his production. The life and work of Leonardo da Vinci fascinated Sorzano during his career: it is a figure he adheres to, moved by da Vinci’s curious and multifaceted spirit. 

Since the 1970s and up until today, Sorzano has made use of probably one of the most renowned images in the human history, taking it as a template to submit it to a vast repertoire of imaginable alterations. In this group of artworks MOMENTUM 43 stands out. It was a participatory event in which the Partitura mental (Mental sheet music) was disseminated in the daily Colombian newspaper EL TIEMPO, proposing to the readers of all the country to freely intervene it and subsequently show them at the XXV Salón Nacional de Artistas (25th National Hall of Artists) in 1975.

The proposition of an art detached from the object, an art that performed its task through intellectual activity, and that only existed through its appropriation by apprehension, are instances of the sophisticated Sorzano’s conceptual framework. Considering the early years in which these standpoints were developed, it is possible to hold that the work of Sorzano is rooted in the conceptualist debate of art in Colombia, mainly for the idea of mental sheet music, the focal point of his creative layout 

Texts by William Contreras