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Borrador 1 o la perpetuidad del Voto Nacional

Borrador #1 o la perpetuidad del Voto Nacional


Exposición Colectiva - Anexo (2016)

"Embera - Chamí" por Rosemberg Sandoval

"Embera - Chamí" por Rosemberg Sandoval

 

Entre octubre de 2016 y febrero de 2017 se presentó la muestra Borrador 1 o la perpetuidad del Voto Nacional con algunas piezas de la colección Proyecto Bachué. Esta selección de obras pretendió hacer evidente el rastro que ha dejado la violencia en Colombia; como testigos, son el reflejo de los enfrentamientos entre clases privilegiadas y campesinos o intereses políticos y económicos. Rivalidades que se manifestaron el pasado 2 de octubre de 2016 en el plebiscito y que ahora dejaron al país en limbo.

 

Prefacio por José Darío Guitérrez 

Pocos hechos más evidentes o contundentes de la rectoría del Sagrado Corazón sobre el pueblo colombiano que el triunfo del NO en el plebiscito del pasado 2 de octubre. [1]


La consagración del país a tal advocación el 22 de junio de 1902 y la construcción de su correspondiente parroquia y templo conmemorativo están ligadas a la Guerra de los Mil Días en la intención de asegurar la paz entre liberales y conservadores, y siguiendo con ello al Papa León XIII que el 11 de junio de 1899 “había consagrado el género humano al Sagrado Corazón de Jesús” [2] . Desde entonces a él se recurre como salvador cada que el país se siente agobiado por la violencia que ataca “la vida, la familia, la justicia social, creando un ambiente de corrupción en donde no se respeta la dignidad humana, esto como consecuencia de habernos olvidado de Dios”.[3]

 
Tal consagración perdió su efecto legal apenas en agosto de 1994 cuando la Corte Constitucional, al considerar que con ello se violaba la libertad de cultos y la igualdad fijadas en la Constitución de 1991, sentenció la inexequibilidad del artículo 2 de la Ley 1 de 1952 que ratificaba tal consagración oficial y establecía la obligación de renovarla anualmente. En 1957, para poner fin a otra era de violencia entre godos y cachiporros (La Violencia, así, con mayúsculas) resultó victorioso un plebiscito que -entre otras cosas- estableció por 16 años un Frente Nacional consistente en la alternación del poder entre los dos partidos tradicionales.

 
Algunos de los excluidos (los comunistas) y muchos campesinos y colonos que adolecieron el incumplimiento de los pactos por parte del Estado, animados por el triunfo de la Revolución Cubana, se fijaron la meta de tomarse el poder mediante la combinación de modos de lucha. Ante la perpetuación de la oligocracia y la incapacidad de los sucesivos gobiernos para controlar el territorio nacional, e incluso, la ausencia de un líder democrático que convocara voluntades, o de un dictador que uniera -así fuera en su contra- al país, este se sumió en la larga, inútil y sinfín confrontación armada y terrorista que hoy perdura.
La lucha de esa frustrada chusma de campesinos y colonos no atendidos se tornó bruta y sanguinaria con la consolidación de las guerrillas a partir de 1964. Los bandoleros asolaron las zonas apartadas secuestrando y extorsionando incluso a otros campesinos que entonces, agobiados por el acoso criminal de los «liberadores del pueblo», formaron las autodefensas.

 
Ambos grupos, convencidos de la justicia de su causa y abusando del poder de las armas, sometieron a la «población civil» a un desmedido resurgimiento de violencia indiscriminada que desde entonces se alimenta fácilmente de los recursos del tráfico de drogas, la minería ilegal y el contrabando, todos derivados del efectivo control ejercido sobre grandes áreas del territorio y adobados por la corrupción y la falta de una efectiva y cumplida justicia. Hoy las autodefensas se han sometido a la justicia en un programa particularmente pactado con ellas y sus residuos han derivado a las llamadas «Bacrim» o bandas criminales, cercanas o difíciles de diferenciar de la también siempre presente e imperecedera delincuencia común.

 
Hoy, luego de muchos años e infructuosos esfuerzos, estamos cerca del cierre de un pacto de paz con el grupo subversivo de las FARC-EP, y prontos a iniciar formalmente la negociación con el ELN. Pasado el rechazo popular a la propuesta del gobierno, se espera que la etapa de ajuste actual culmine en la desmovilización de cerca de 6.000 guerrilleros, su reincorporación a la vida civil y el paso a la búsqueda del poder por la vía constitucional.

 
Con esta muestra de piezas de la colección se pretende hacer evidente el rastro que tal devenir político ha dejado en nuestra sociedad.

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[1] BBC MUNDO. (2016). El rol de las iglesias cristianas evangélicas en la victoria del “No” en el plebiscito de Colombia. 5 de octubre. Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37560320 – Consultado el 5-10-2016.

 
[2] PARROQUIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
BASÍLICA MENOR VOTO NACIONAL. (s.f.). Historia – orígenes. Disponible en: http://www.votonacional.com.co/historia.html – Consultado 5-10-2016.

 
[3] EL TIEMPO. (2004). Colombia se consagra al Sagrado Corazón. Bogotá: 189 de junio. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1515596 – Consultado el 5-10-2016.

Inauguración: sábado 29 de octubre de 2016

Cierre: jueves 23 de febrero de 2017