Sergio, la cámara y yo
Curaduría de Arturo Salazar y José Ruiz Díaz
Inauguración: 11 de marzo de 2023 | Cierre: 06 de mayo de 2023
‘Sergio, la Cámara y Yo’ es una muestra en la que se exploran tres momentos de la producción fotográfica de Sergio Trujillo Dávila, atravesados por una búsqueda y construcción de imágenes ambiguas, oscuras tanto a nivel formal como conceptual.
‘Yo’ en el título de la exposición, alude a un conjunto de autorretratos en blanco y negro en los que el fotógrafo interviene y desmiembra su cuerpo, esta serie culmina con una instalación audiovisual en cuatro canales titulada ‘Autovisual’, que está emparentada con el trabajo del fotógrafo como publicista. La ‘Cámara’ en el nombre de la muestra, se refiere a una de sus series más conocidas titulada Muros, un exhaustivo registro de publicidad política pegada en las calles de Bogotá, que el fotógrafo utiliza para crear fotomurales con composiciones geométricas en las que deforma el cuerpo de los aspirantes al poder. Finalmente ‘Sergio’, el eje central de la exposición, es una serie de fotografías familiares durante situaciones cotidianas que Trujillo subvierte para crear escenas ominosas.
Sergio
A Sergio le pesa su nombre, es hijo del artista Sergio Trujillo Magnenat, uno de los pilares de la modernidad visual en el país. Cargar el nombre de su padre lo ha obligado a buscar un lugar de emancipación visual que desde muy temprano encontró en la fotografía. Parte del trabajo fotográfico de Sergio es una afirmación de la soberanía del yo del fotógrafo, un yo que clama por un lugar en la tradición visual y un yo que pone en evidencia que no existe la imagen fotográfica sin un sujeto que obture. En sus fotos Sergio inserta la fuerza de su cuerpo en el objeto representado, sus imágenes parecen decir: yo estoy aquí, mi hijas son una extensión de mí, yo amo, yo deseo, mi sombra es una proyección de mi cuerpo sobre mis miedos, mi cuerpo desaparece entre tomas.
En estos registros íntimos de su familia Sergio distorsiona los cuerpos de sus padres, sus hijas y su esposa con tomas de larga exposición, primeros planos con lentes gran angulares y tomas en alto contraste. Las fotografías en esta sala son íntimas no solo por la cotidianidad de las escenas, sino también por la relación que develan entre el fotógrafo y los sujetos fotografiados, una característica que permite comparar el trabajo de Sergio con el de otros fotógrafos como Diane Arbus y Sally Mann, quienes pusieron a su familia en el foco de sus reflexiones sobre la infancia, la muerte y la sexualidad. En el centro de este ‘álbum familiar’ está Sergio que a su vez desmiembra y distorsiona su cuerpo en una serie de autorretratos, en los que juega con la cámara como objeto y como idea desarrollando piezas conceptuales agudas.
Durante el proceso de investigación de esta exposición Sergio con frecuencia decía: “están desenterrando un muerto”. Lo invitamos a recomponer este cuerpo de trabajo que está fragmentado, que ha sido intervenido en el laboratorio y que es a la vez pesado y etéreo.
La cámara
Sergio irrumpió en la escena artística local con una exposición de fotografía electoral presentada en el Centro Colombo Americano de Bogotá en 1973. La muestra era el resultado de su proyecto de grado para el recién fundado pregrado en diseño gráfico en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Durante las campañas electorales de los primeros años de la década del setenta Sergio registró con su cámara el desperdicio que dejan las contiendas políticas: afiches rasgados en los muros, pancartas rayadas y abaleadas, tiras de papel en el suelo, y palabras entrecortadas que generan nuevos textos. El ejercicio que iniciaba en la calle con la cámara continuaba en el cuarto oscuro, donde el fotógrafo recortaba la toma, la ampliaba en papeles de alto contraste y componía imágenes a partir de los fragmentos.
Influenciado por su formación como diseñador gráfico, Sergio recurre a la reiteración de unidades básicas para crear retículas y construir patrones. En estas composiciones geométricas la cámara desaparece y con ella la figura del fotógrafo tradicional cuyo trabajo está vinculado con la fotografía directa. Con la serie de Muros Sergio incursiona en la fotografía experimental, que está soportada en la posibilidad de manipular las imágenes después de las tomas. De las obras hechas para la exposición de 1974 solo existe el retrato del político liberal Germán Zea ampliado en papel mural con el que inicia esta sala, el resto de fotocomposiciones fueron hechas para esta exposición a partir de los negativos originales.
Y yo
En 1984 Sergio desarrolla una pieza audiovisual que titula Auto-visual usando la misma lógica de los proyectos en multimagen que elaboraba para instituciones culturales y empresas comerciales, estas piezas audiovisuales funcionaban con varios proyectores de diapositivas que Sergio programaba a partir de sintetizadores de audio. Para el Auto-visual el fotógrafo subvierte el carácter publicitario que imperaba en las piezas de multimagen y se ubica como protagonista de una historia onírica, que entrelaza miedos y deseos personales con situaciones familiares y escenas rudimentarias. Esta pieza opera como un cadáver exquisito que reúne imágenes hechas a lo largo de la década del setenta y sonidos extraídos de la radio, la música popular y narraciones infantiles. Las imágenes que componen el Auto-visual develan un Sergio performático que es fotógrafo y modelo a la vez.
La versión original del Auto-visual es un multimagen programado para cuatro proyectores que se exhibió en funciones a puerta cerrada. Para esta exposición se procesó el material análogo y se editó una versión digital para ser proyectada en cuatro canales siguiendo el guión original.