Las Mojigangas son rituales que anteceden a la práctica ancestral del trueque, en el que se realizan intercambios de alimentos entre tierras altas y tierras bajas, como una forma de prevenir períodos de escasez o como un acto de solidaridad con los vecinos. La actividad continúa en los primeros días de Noviembre, en el que se celebra el año nuevo por la comunidad Misak y la llegada de los difuntos, de nuestros mayo- res. Por eso se cocina toda la comida que se obtiene en el trueque, se elaboran frituras y bebidas: plátanos, carne, papas, rosquillas, bizco- chos, tortas, chicha y chirrincho.
Este se organiza en la cocina o en el salón de nuestra casa. También se reza una oración cristiana como forma de invitación a la mesa y de agradecimiento a nuestros mayores. Al amanecer de ese día se com- parte la comida con todos los visitantes y vecinos. La comida es fría, pero se consume con la satisfacción de que los invitados principales ya han comido. Durante este mes se realizan las Mingas por personas que tienen la capacidad, la tierra suficiente, la experiencia laboral, así como el manejo del dinero para alimentar a todos los trabajadores. Dentro de nuestro tradición las Mojigangas aparecen como hombres que se disfrazan durante el ritual y son los únicos que pueden ser partícipes.
Las Mojigangas personifican diferentes máscaras en el acto, cambian- do su voz y haciéndola parecer la de su personaje: el abuelo, el bebé, el matrimonio, el diablo, entre otros. No se habla español durante el ritual y solo se habla Nam trik; cada uno debe caracterizar su persona- je y añadir una exageración que nunca se ve en la vida cotidiana de los Misak. Por eso tomo uno de los personajes como es “la máscara de La Señorita” para encarnarlo, porque ella es la representación de la mujer mestiza, que no trabaja, que no tiene tradición, y que es vaga.