Los modelos son reales
José Forero
Sólo podrá haber paz cuando haya sido eliminado el imperialismo. Llegará el día en que el tigre de papel será destrozado. Pero no desaparecerá por sí mismo; para ello hace falta el golpe del viento y la lluvia.
(1956) — Mao Zedong
Pensar las imágenes del sistema económico actual —sus categorías, discursos e imaginarios— utilizando las consignas y directrices históricas propias del neoliberalismo me llevó a la construcción de dos vallas publicitarias. En ellas, utilizo tres enunciados que funcionaron como órdenes para la expansión del sistema capitalista y liberal.
Primero, «Laissez faire, laissez passer», el lema de la primera doctrina económica que promovía la no intervención estatal y la regulación cósmica del mercado. Segundo, «País en vías de desarrollo», la tarea inacabable impuesta a los países del llamado «tercer mundo» por las potencias económicas, que nos ubica en una posición diferenciada y carente. Y, finalmente, «There is no alternative», el eslogan de Margaret Thatcher que se convirtió en la amenaza más directa y cruda del sistema económico actual.
Según Olafur Eliasson, los modelos-maquetas no son únicamente representaciones de una realidad, sino coproductores de realidad. Si concebimos el espacio como un lugar modelado y no como algo estático, nuestras intenciones políticas, deseos y relaciones de poder pueden funcionar como modelos de compromiso con el mundo. A su vez, estos modelos podrían hacer posible una renegociación de nuestros entornos.
Si los modelos coproducen la realidad y configuran nuestro entorno, entonces destruir las materializaciones de estos discursos —a través de estas piezas— podría resignificarlos y modificar su sentido. La quema, como forma de aceleración, podría ser en sí misma un primer paso hacia la abolición del sistema económico actual, abriendo la posibilidad de imaginar otros mundos.


