Gustavo Sorzano, Partituras mentales
Gustavo Sorzano – Anexo (2019)
Gustavo Sorzano es a todas luces un personaje particular en el panorama artístico nacional. Desde mediados de los años 60, orquestó experiencias artísticas con novedosas posibilidades de creación para entonces: generadores de sonido electrónico, instalaciones interactivas, gestos de carácter no objetual y eventos de participación en los que el público era también creador de la obra. Aunque ahora considerado uno de los precursores del arte conceptual en Colombia y, junto a su grupo Músika Viva, de los primeros compositores de sonido electrónico a nivel nacional, su trabajo fue constantemente pasado por alto por la crítica de arte y el periodismo cultural de la época. Estos, en muchas ocasiones, vieron sus intereses como tonterías sin interés plástico o, en el peor de los casos, como ejemplos de un arte elitista, preocupado por rendir culto a la tecnología por encima de la sensibilidad humana. Por su carácter sui generis, las participaciones de Sorzano en diversas muestras de arte quedaron relegadas a un segundo plano frente a las de otros creadores con búsquedas más tradicionales.
Sin embargo, aquel desdén de muchos expertos contrastó con la acogida del público, quienes acudieron interesados a sus primeras presentaciones en Nueva York (Momentum I – 1968, Cluster 1969), respondieron al llamado de sus eventos de participación a nivel nacional (Paisaje Momentum 43 – 1974), y operaron con entusiasmo sus extrañas y divertidas piezas interactivas, presentadas en algunos salones nacionales de artistas (Ambiente 26 Hertzianas – 1970, Momentum 17 Parcelas – 1971). Esta distancia de la academia artística, y cercanía con el público general, es una dualidad elocuente sobre su búsqueda plástica, pues desde muy temprana edad rehuyó del tradicionalismo en el arte, su ansia de originalidad y aura de genio.
Dicho interés masivo de la gente era primordial en estas piezas, pues aunque Sorzano niega ser un artista con una búsqueda politizada, es sin duda alguien con un compromiso social fuerte, compromiso que determinó la manera de actuar a lo largo de su carrera. La naturaleza no objetual de la mayoría de su trabajo, y su forma de acoger el azar y la participación como ejes conceptuales, provienen de pensar que el arte consiste realmente en el ejercicio intelectual de organizar el mundo a través de la creatividad.
Son muestra del sofisticado marco conceptual de Sorzano el planteamiento de un arte desprendido del objeto, que cumplía una labor de ejercicio intelectual, y que solo existía a través de su apropiación por parte de quien lo aprehendía. Dada la temprana época en la que fueron desarrollados estos planteamientos, es posible decir que el trabajo de Sorzano es raizal en la discusión conceptualista del arte en Colombia, sobre todo por la idea de partitura mental, eje central de su diagramación creativa y objeto de la exposición que nos ocupa en este escrito.
Los avances artísticos de Sorzano, como ya fue mencionado, nunca contaron con una respuesta amplia, a la altura de su importancia teórica. Sin embargo, diversos intelectuales apoyaron este proceso en distintas épocas: Alberto Sierra, Gastone Bettelli, Germán Rubiano, entre otros, contribuyeron a que la importancia del proyecto de Sorzano tuviera un registro histórico y crítico, y si bien este fue evadido por el radar del reconocimiento generalizado, cumplieron con dejar una necesaria constancia histórica. Una posición muy especial en el estudio del artista la ocupa el libro Gustavo Sorzano: pionero del arte conceptual en Colombia, escrito por la investigadora Maria Mercedes Herrera y publicado en el año 2013. La extensa y profunda investigación de Herrera, que comprende desde las primeras experimentaciones plásticas en los años 60 hasta su distanciamiento de la escena artística a mediados de los años 80, ha sido definitivo para el renovado interés que la escena colombiana ha vertido sobre su obra.
Desplegados en tres grandes grupos: Sonido organizado, Eventos de participación y Gabinetes de pintura, los trabajos presentes en esta exposición pretenden dar cuenta de los avances conceptuales en los que el artista fue pionero, los cuales surgen fruto de una nutrida y valiente investigación que participa de momentos clave en el arte colombiano: El surgimiento de la experimentación con sonido electroacústico, la consolidación del debate sobre la naturaleza intelectual del gesto plástico, y las primeras acciones de participación social entendidas como proyecto estético. Dar cuenta de la seriedad y relevancia de estos hechos es el objetivo de Gustavo Sorzano: Partituras mentales.
Texto de William Contreras Alfonso
Curador.
English
Gustavo Sorzano is evidently a peculiar figure in the national artistic scene. Since the mid-1960s he orchestrated artistic experiences with novel possibilities of creation at the time: electronic sounds generators, interactive installations, non-object gestures, and participative events in which the public was also a creator of the artwork. Although nowadays is considered one of the pioneers of conceptual art in Colombia and, along his musical groups Músika Viva, one of the first electronic sounds composer nationally, his work was constantly overlooked by the art criticism and cultural journalism of the time. In many cases they assessed his interests as foolishness with no plastic value or, in the worst cases, as an instance of elite art, encouraged by the cult of technology over human sensibility. Given its sui generis nature, Sorzano’s participation in art shows was overshadowed by other creators with more traditional concerns.
However, the disdain from many experts contrasted with the reception of the public, which attended with great interest to its first shows in New York (Momentum I – 1968, Cluster 1969), participated in his events in Colombia (Paisaje Momentum 43 – 1974), and interacted enthusiastically with his odd and funny pieces showed at few national halls of artists (Ambiente 26 Hertzianas – 1970, Momentum 17 Parcelas – 1971). The distance with the arts academy and the closeness with the general public is a telling duality of his plastic search: from an early stage he shies away from traditionalism in arts, its craving for novelty and the genius aura.
The massive interest of people was key for these pieces. Even though Sorzano denies being an artist with political concerns, there is no doubt he has a strong social commitment, an intent that determined his course of action throughout his career. The non-object nature of most of his works and his approach to embrace the chance and the participation as core concepts come from thinking that art consists in the mental exercise of organizing the world through creativity.
The proposition of an art detached from the object, an art that performed its task through intellectual activity, and that only existed through its appropriation by apprehension, are instances of the sophisticated Sorzano’s conceptual framework. Considering the early years in which these standpoints were developed, it is possible to hold that the work of Sorzano is rooted in the conceptualist debate of art in Colombia, mainly for the idea of mental sheet music, the focal point of his creative layout and subject matter of the exhibition and this text.
As mentioned above, the responses to the artistic breakthroughs of Sorzano fell short of its theoretical importance. However, several intellectuals supported his process in different moments: Alberto Sierra, Gastone Bettelli, Germán Rubiano, and others played a part in securing that the relevance of Sorzano’s project had an historical and critical record, and even if this was ignored by the radar of widespread recognition, they achieved a much-needed historical account. A pretty special place in the study of the artist is held by the book Gustavo Sorzano: pionero del arte conceptual en Colombia (Gustavo Sorzano: a pioneer of conceptual art in Colombia), written by the researcher Maria Mercedes Herrera, published in 2013. The lengthy and deep investigation carried out by Herrera, that spans from the first plastic experimentations in the 60s to his distancing from the artistic scene in the mid-80s, has been defining of the renewed interest the Colombian scene has put into his work.
–William Contreras Alfonso
Curator
Vistas de sala:
Evento de participación
Para la muestra Gustavo Sorzano, Partituras mentales, hemos organizado una nueva versión de MOMENTUM 43, un evento de participación cuya Partitura mental fue repartida junto al periódico EL TIEMPO en 1975. El evento consistía en proponerle a los lectores intervenir, con total libertad, el espacio en blanco de la hoja. Estas creaciones luego serían exhibidas como una gran obra colectiva, en el XXV Salón nacional de artistas ese mismo año.
MOMENTUM 43 ejemplifica la búsqueda de Sorzano con intereses colectivos, haciendo del arte una experiencia conjunta que sólo cobra significado cuando el espectador se convierte en creador también.
PARA PARTICIPAR: