La misma, pero otra

Manu Mojito

Desde pequeñe me han preguntado: ¿Por qué te haces solo?, ¿por qué te apartas de todos?, ¿por qué eres tan solitario? Siempre preferí eso, esconderme y estar solo para que nadie me molestara por ser como soy. Sabía que no podía cambiar y me encantaba como era, así que permanecía quieto o solo.

Luego crecí y encontré un grupo de personas con las que me sentí cómodo, llegué a elles por casualidad, por esta supuesta labor de artista que realizaba en aquel momento. Tal espacio finalmente se volvió mi entorno seguro, aquel que me enseñó a ser “raro” y me siento orgulloso de ser parte de ese grupo de personas, sobre las cuales desde el primer día me dijeron trabaja con ellos, pero luego aléjate o te van a consumir la vida”. Ahora pienso, que nos hemos construido a partir de nuestras experiencias, con nuestras colectividades, intercambiando saberes y sobre todo hemos rebuscado espacios donde podamos vivir juntes.

De ahí que muchas personas me preguntaban desde su privilegio: ¿Por qué vives en lugares tan oscuros?, ¿por qué vives en lugares tan feos?, ¿esta calle es muy peligrosa? Incluso muchas veces llegaron a la entrada de mi casa y se devolvieron, porque les parecía inseguro y no hablo de un “grindr”, hablo de amigos, colegas, clientes…Donde he buscado rentar espacios, siempre me han sacado porque nos vestimos raro, porque entra gente extraña, porque salen muy destapados, porque, porque, ¿por qué?… Porque no somos ese molde binario y hegemónico que la sociedad quiere que seamos, siempre lo he sabido. 

Incluso en algunos espacios de arte me gritaron en la entrada: ¡Este no es un espacio para gente como tú! O escuché a personas cercanas decir: “No lo inviten porque siempre anda con un montón de travestis”. Entornos de los que me fui alejando poco a poco, sin nunca dejar mi sueño de ser artista, no quería seguir fomentando espacios donde la violencia y la discriminación existieran o nuestras presencias solo fueran requeridas cuando necesitaban de quien burlarse o un payaso que les hiciera la fiesta. Por esta razón preferí exponer en los bares y en las calles, así como vivir en zonas oscuras, porque allí habitan muchas de las personas que me han ayudado a aceptarme tal cual soy. Hemos sido recluides a esa oscuridad por dinámicas sociales injustas, pero siempre fantaseamos en esos lugares de apariencia lúgubre que, con un par de luces, se transforman en el bar privado de París Hilton o las Kardashian.

Este lugar representa mis vivencias, mis experiencias compartidas, amistades, lugares comunes, espacios seguros, identidades diversas, expresiones fluidas, familias encontradas, familias elegidas, memorias colectivas, objetos encontrados, objetos envidiados, momentos atesorados, romances escondidos…. Es la cotidianidad de nuestras vidas, en la cual siempre seremos los extraños. Es lo bello que siempre encontré en mí y lo que siempre amé de elles.