La Subienda

Leidy Chávez

Esta instalación -desarrollada en un espacio en penumbra- presenta en tiempo real una animación estroboscópica realizada con fotogramas tridimensionales a pequeña escala, los cuales fueron modelados meticulosamente con cera de abejas. El espectador puede recorrer y observar bajo cualquier punto de vista la puesta en escena, gracias a una experiencia que va más allá de la contemplación. 

Dentro de la narrativa audiovisual se presenta una sombría secuencia cíclica animada que retrata el lamento silencioso de un cardumen de bocachicos (especie de peces endémica y sustento ancestral de comunidades enteras), agonizando sobre la implacable estructura de una represa hidroeléctrica que absorbe los escasos restos de agua de manera recurrente. 

La animación estroboscópica, con su ritmo intermitente, es el pulso irregular de la desesperación. La agonía de los peces sobre la represa se convierte en una metáfora de la última resistencia, el último grito ahogado en las ruinas de un río, en suelos erosionados. Es el lamento de la miseria social y territorial, la elegía del equilibrio roto y la balada del medio ambiente sacrificado en el altar del supuesto progreso.

La Subienda plantea preguntas cruciales sobre los proyectos que, en la búsqueda de progreso y desarrollo económico, desencadenan la degradación, el desequilibrio social y del ecosistema, y la pérdida de biodiversidad. Este montaje audiovisual no solo es una reflexión artística, sino también un llamado urgente a la conciencia colectiva. 

La riqueza natural del territorio, hoy en día, se encuentra acompañada por una miseria social que resulta tan horrorosa como inaceptable. La instalación nos invita a cuestionar el costo humano y ambiental de nuestras acciones, desafiándonos a reconsiderar las implicaciones de los proyectos que amenazan con destruir la armonía natural.

La Subienda
Animación estrobóscopica modelada en cera de abejas, madera y elementos eléctricos
29 x 50 x 50 cm
2018