Un aspecto de la Violencia
Leonel Castañeda Galeano

Leonel Castañeda Galeano propuso una revisión de un libro que encontró sobre la Violencia en Colombia, una edición de 1963 titulada Un aspecto de la Violencia. Se centró en el capítulo “Todos somos culpables”, en donde se señala que la responsabilidad recae en todos, ya sea por ignorancia o indiferencia. El artista desarrolló este proyecto en La Caja Negra de Espacio El Dorado.
Texto sobre la muestra aquí…



Bandera de plomo. 2016/2017. Fotografía: Óscar Monsalve

Aproximación a Un aspecto de la VIOLENCIA [1],
un proyecto de Leonel Castañeda Galeano
“La historia de la sociología en Colombia es a su vez la historia de sus relaciones con el Estado. Lospocos años del primer gobierno de Rafael Núñez, el periodo de la República Liberal y los comienzosdel Frente Nacional han sido los grandes momentos de la sociología nacional. En cada uno de ellosel Estado se mostró interesado en la introducción de la sociología al mundo universitario, en lapromoción de investigaciones y en la asimilación de los resultados de las ciencias sociales. Fuerontambién periodos de grandes proyectos de cambio social, durante los cuales el Estado se hizo mucho más sensible al discurso sociológico y a las teorías relacionadas con la evolución social”[2].
En los albores del Frente Nacional, reciente el triunfo de la Revolución Cubana y en la antes a la de la Alianza para el Progreso, los años 1958 y 1959 resultan particularmente importantes dentro de la decisión de afrontar la condición social del país:
1. En 1958 se realiza el primer esfuerzo oficial para analizar fría y objetivamente el fenómeno de la violencia en Colombia fue la Comisión Investigadora de las Causas Actuales de la Violencia a la cual la Junta Militar de Gobierno encarga visitar las zonas afectadas, constatar los problemas y necesidades de las gentes e informar al gobierno para establecer las bases de una nueva y más racional acción oficial.
2. En 1959 se lleva a cabo el ciclo de conferencias Radiografía del odio en Colombia por parte del doctor José Francisco Socarrás y la Sociedad Colombina de Psiquiatría y sus memorias se recopilan en el Cuaderno No. 20 de Actualidad Cristiana (Bogotá, diciembre de 1960).
3. Orlando Fals Borda, que había estudiado en los Estados Unidos y con mayoría de profesores derivados de la antropología, la etnografía, la filosofía y la geografía, crea en la Universidad Nacional el Departamento de Sociología como institución adscrita a laFacultad de Ciencias Económicas, primera de escuela profesional para esta disciplina en américa latina, que en 1962 transita a facultad independiente. La intención fue “crearuna escuela sociológica sembrada en las realidades colombianas, mediante laobservación y la catalogación metódica de los hechos sociales locales”. Su gran órganode difusión fueron las Monografías sociológicas, publicación que muy rápida ycumplidamente fundamenta su acción.
4.En junio de 1962 se publica el título No. 12 de las Monografías Sociológicas de laFacultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia: el tomo 1 de La violencia en Colombia: Estudio de un proceso social a cargo de Fals Borda, Mons.Guzmán y Umaña Luna en dónde, como resultado de la aplicación de una de sus técnicas de investigación (uso de “documentación pictórica y cartográfica y recolección de elementos culturales empleados por la violencia):
a. Hace referencia a la anatomía de la violencia en Colombia en acciones talescomo las consignas (“picar para tamal”, “bocachiquiar” y “no dejar ni lasemilla”) y los “cortes” (“de franela,”“de corbata”, “de mica”, “francés” y “deoreja”), y a otros tipos de crímenes como los sexuales, la piromanía y losgenocidios, y
b. Ilustra la narración, descripción o relato de Mons. Guzmán con 16 mapas territoriales y 19 fotografías en blanco y negro: 5 retratos de guerrilleros, 2 de“cortes de franela”, una incineración, un sitio de asalto, 2 de masacres y 8 relativas al desplazamiento campesino.
5. Apenas tres meses después de la publicación de la primera, en septiembre de 1962 y bajo el sello de Ediciones Tercer Mundo, sale la segunda edición del tomo 1 de La violencia en Colombia, libro que es anunciado como un “best seller” y también promocionado como “libro de moda”. Es esta la edición que tuvo la mayor difusión y la que se identifica normalmente como la obra referente y cuya carátula es emblemática.
Se publicaron 32 fotografías (en la primera se publicaron 19), no salieron siete de las de la primera y la manera de acotarlas cambió en ocho pues se pasó de una meradescripción o identificación del personaje, o sitio, a aseveraciones o juicios críticos. La distribución de la ilustración con las fotografías quedó entonces así: 4 de guerrilleros, 2 de cortes, 1 grupo incinerado,3 de muertos despedazados, 2 de masacres, 9 relativas al desplazamiento, 5 de reconciliación y 7 relacionadas la gestión de la paz.
6. En mayo de 1964, también con Ediciones Tercer Mundo, salió el tomo 2 de La violencia en Colombia. A diferencia del tomo 1 (primera y segunda ediciones), no aparece evidente el respaldo de la Universidad, ni de la iglesia, ni de el gobierno y, por el contrario se advierte que “los conceptos emitidos en cada una de las partes de esta obra, son de la exclusiva responsabilidad del autor respectivo y en ninguna forma comprometen a entidad o persona distinta”. Por ilustración contiene 8 fotos del Dr. Carlos Neissa y los pies de foto son afirmaciones de valor referentes a la prostitución derivada del desplazamiento del campo a la ciudad, al bebé que nace en la cárcel, a los niños sin la debida atención, a la comparecencia ante la justicia, la calificación de la cárcel como escuela de vicio o universidad del crimen y la referencia a la miseria humana a la que quedan condenados los heridos.
7. Sin editorial responsable ni sistema de distribución, sin respaldo diferente al nombre, apartado aéreo y derechos reservados por el autor (Alonso Moneada Abello) y la mención del impresor de los tipos (Promotora Colombiana de Ediciones y RevistasLtda.) y de las ilustraciones en offset (Italgraf Ltda.), en agosto de 1963 salió el libroUn aspecto de la VIOLENCIA”
A manera de prólogo se incluyó la reproducción facsimilar de una noticia aparecida en la página 29 del periódico El Tiempo informando sobre el pacto de “asistencia técnica”celebrado en Cabrera, Cundinamarca, entre el bandolero Sangre Negra y el Comunismo, éste en cabeza del guerrillero Juan de la Cruz Varela.
La primera intención del libro es “mostrar cómo la violencia es un pecado de todos los colombianos, aunque hay diferenciación de grados.”
Muy pronto se hace explícita la segunda y real intención final del autor: presentar al comunismo como “el mayor responsable de que el atroz fenómeno subsista” pues es el “atizador de la hoguera” y el “interesado usufructuario de la locura colectiva”. Declara que el móvil que lo impulsó a escribir el libro fue “el desconocimiento y el escepticismo del país cuando se habla de la culpabilidad del comunismo en la violencia”.
Moneada ilustra su publicación con 48 fotografías de hoja completa, distribuidas en tres grupos de 16 cada uno entre las 474 páginas, sin origen ni crédito mencionado. Todas de cuerpos masacrados y profanados, descuartizados y con “cortes”, varias de niños y tomadas a corta distancia o muy de cerca.
Pocas referencias se encuentran a este libro y ningún estudio específico sobre él.
La reseña que aparece en Amazon [3] (sin autor identificado) permite concluir que ese aspecto de la violencia al que se refiere el título del libro es precisamente el comunismo.
Sin embargo es curioso que la reimpresión que venden solo tiene el texto, no las fotosilustrativas. Tal vez no importan tanto para los propósitos del autor…
La instalación de Leonel Castañeda en Caja Negra:
Sin embargo, ese último hecho al parecer insignificante (la ausencia de la fotos en los ejemplares recientemente reimpresos), la crudeza misma de las fotos, la cantidad de ellas que se publica, la no mención a su origen a pesar de su calificación de “originales”, el hecho de que no hayan circulado o no se hayan reproducido ni en medios de comunicación ni en medios académicos o artísticos en todos estos años, todo ello en contraste con la visibilidad de la otra obra editorial en cuyo intermedio salió (La violencia en Colombia: estudio de un proceso social), y que hoy es sin lugar a dudas el referente al que se recurre permanentemente al intentar entender y explicar el fenómeno antecedente al que hoy agobia al país.
¿Será que Fals Borda, Umaña y Guzmán no tuvieron acceso a esas o a semejante cantidad de fotos de crueldades o habiéndolo tenido decidieron no publicarlas a pesar de su decidida y reiterada intención de producir un libro que sirviera de escarmiento y que contuviera documentación empírica?
“Una imagen vale más que mil palabras”. Aforismo chino o eslogan de propaganda de empresa paisa, nada más cierto. Y si se trata de documentar y, sobre todo, de escarmentar, qué oportunaes la apertura que hace Leonel Castañeda Galeano de esta caja negra. Hemos visto intenciones y resultados, pero ahora nos enfrentamos a cómo responden nuestras entrañas frente a una cruda, real y cruel manifestación de la violencia.
Ver esta obra da contenido a la afirmación de Fals Borda en el prólogo al primer tomo de La Violencia en Colombia, intención y deseo hoy más vigentes que nunca:
“La historia enseña que es posible hacer revoluciones radicales, mas sin crueldad; totales, mas sin el sacrificio humano. Si Colombia necesita una honda transformación social, ¡seamos capaces de hacerla como hombres y no como bestias!
[1] Alonso Moneada Abello. Un aspecto de la VIOLENCIA, Bogotá, agosto de 1963. impreso por Promotora Colombiana deEdiciones e ilustraciones en offset por Italgráficas Ltda.
[2] Gonzalo Cataño, La sociología en Colombia: balance critico (Bogotá: Plaza y Janés, 1986)
[3]. https://www.ama2on.com/asDecto-violencia-Colombia-Violencia-Pol%C3%ADtica/dp/1519423640-Consultado 10 de octubre de 2018 -“A comienzos de la década de los años sesenta del siglo XX, la vida socio-política de Colombia estaba agitada, porque coincidían en el panorama el reciente acuerdo del Frente Nacional celebrado entre los dos partidos tradicionales para alternarse el poder durante 16 años continuos entre 1958 y 1974, como mecanismo de proyección gubernamental, luego de que la junta militar retornara el poder político central, al estamento civil, como corolario del gobierno militar del general Gustavo Rojas Pinilla; el inusitado crecimiento del Partido Comunista y sus guerrillas terroristas, los rezagos de la violencia entre liberales y conservadores en las zonas rurales; las ambiciones egocéntricas de Alfonso López Michelsen que se inventó una escisión del partido liberal y se alió con los comunistas en búsqueda del poder y la descarada incidencia de la recién subida dictadura cubana de los hermanos Castro, en apoyo del terrorismo comunista contra Colombia. En esos días, tres intelectuales colombianos publicaron un documento sesgado, que titularon La Violencia en Colombia, que pretendía liberar de toda responsabilidad a los comunistas y los liberales gaitanistas de las atrocidades diarias cometidas por las cuadrillas armadas de sus partidos políticos, sindicando al partido conservador y a las Fuerzas Armadas de la tragedia. Enfocado en reconstruir la verdad histórica el profesor universitario y abogado Alonso Moneada Abello, realizó una exhaustiva historiografía de la violencia fratricida, sin ocultar la responsabilidad delictiva y política de cada uno de los actores. Así, en nueve capítulos complementados con fotografías y documentos originales, el autor analiza y describe la responsabilidad histórica de liberales y conservadores en los niveles de violencia alcanzados durante mas de dos décadas, la filosofía comunista de la violencia como método de acción para la toma del poder, la irresponsabilidad crónica de los medios de comunicación que terminan siendo cómplices de los terroristas, la responsabilidad del dirigente campesino comunista Juan de la Cruz Varela en la organización de cuadrillas de bandidos en el Tolima y Cundinamarca, la aparición de repúblicas independientes orientadas por el Partido Comunista en diversos lugares del país, la aparición de las guerrillas del Movimiento Obrero Estudiantil Campesino con cuadrillas de forajidos armados en el Vichada y las asociaciones para delinquir orquestadas por los comunistas colombianos, que desde entonces proyectaban el nacimiento de las Farc. Sin lugar a dudas, Un Aspecto de la Violencia, es un libro de obligatoria lectura para quien se interese por conocer los orígenes del sucesivo desarrollo del narcoterrorismo comunista del Eln, el M-19, el Epl y las Farc contra Colombia, allá par que constiuye un valioso documento para los historiadores, sociólogos, geopolítologos y analistas del complejo conflicto colombiano, que ha asediado a Colombia durante más de cinco décadas»
José Darío Gutiérrez
Director Proyecto Bachué
Bogotá, octubre de 2016



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Por SOL ASTRID GIRALDO E.