En 1977 el fotógrafo colombiano Jaime Ardila publicó en una revista cultural una colección de notas relacionadas con la fotografía y el arte titulada -Notas de un fotógrafo-. La redacción y conceptualización de las notas no inicia como un ejercicio deliberado desde el principio, sino que surge con la intención de dar orden a unas «notas aparentemente dispersas» que Jaime rescató de libros, diarios y hojas sueltas en los que dejó constancia de su concepción de la fotografía y del ejercicio de fotografiar. Esta segunda edición, publicada 46 años después, reúne las fotografías que Jaime y su colega Camilo Lleras realizaron en paralelo a la redacción y posterior publicación de las notas. Los enunciados de cada texto manifiestan obsesiones y cuestionamientos que Ardila y Lleras abordaron en su trabajo fotográfico entre los años setenta y ochenta: desde la insistente disputa entre fotografía y pintura, hasta la influencia del cine que atraviesa transversalmente sus imágenes.