Oro Ultramarino
Luis Merchán
Durante el Renacimiento, un pigmento azul fue más costoso que el oro. Su brillo era deseado por los grandes maestros de la pintura. Los sagrados mantos de Fra Angélico y los cielos de la Capilla Sixtina de Miguel Angel, fueron pintados con su radiante tono. Fue signo de distinción y suntuosidad. Era producido con una piedra semipreciosa llamada lapislázuli, también incrustada en la mascara funeraria de Tutankamón. Este histórico pigmento, el Azul Ultramar natural, ahora se transforma en Oro, el metal más codiciado del nuevo mundo. Es el místico sueño de la alquimia, transmutar otros materiales en oro. Símbolos del poder y la eternidad, pigmento y metal precioso, construyen una realidad mixta, un mestizaje de historia, mitología, ciencia, tecnología y pintura, entre el viejo continente y el nuevo mundo.
Lumenoscope, una nueva tecnología visual inmersiva es la piedra flosofal.
«Ultramar» como fue nombrado este luminoso azul, significa: lo que se encuentra más allá del mar. ¿Qué hay más allá del mar? El intento por responder esta incógnita, generó incontables relatos de ensueño, mitos, conquistas y expediciones. Desde Julio Verne con Veinte mil leguas de viaje submarino, hasta las Crónicas de las indias, la búsqueda de La Atlántida o la leyenda de El Dorado. Oro Ultramarino es el mágico redescubrimiento de este pigmento, genuino, y como el antiguo, extraído de lapislázuli proveniente de Afganistán. Un nuevo color multidimensional da origen a paisajes de fantasía, conformados por fragmentos de extrañas ilustraciones realizadas durante la Expedición Botánica de José Celestino Mutis. Paisajes mitológicos que aparentan estar sumergidos más allá del azul marino, se convierten en paraísos de oro perdidos, en tesoros que remiten a la codicia y la fantasía por descubrir nuevos mundos ocultos en territorios inexplorados.
Ultramarino evoca lo desconocido, lo extraño, lejanos mundos y aventuras, mar, distancia, inmensidad, añoranza, extraños productos de allende los mares, naufragios, misterio, magia, incita a conocer lo nunca visto, lo que viene de un lugar remoto, donde pocos han llegado.